Enrique Kogan

  • Enrique Kogan
    Periodista de autos con más de 30 años de experiencia. Fundador de la revista de Automundo, la cual vendió y ahora es colaborador para los grandes periódicos de la comunidad latina en Estados Unidos y Latinoamérica. Apasionado del mundo del automovilismo desde la infancia. Enrique Kogan es el fundador de www.purosautos.com. Nacido en Argentina, comenzó su pasión por los automóviles a los 6 años de edad cuando su padre le llevaba a ver carreras de autos. Desde entonces ha transformado su vida dedicada al mundo del automovil, siendo un experto del medio. A los 16 años comenzó a escribir sobre automóviles y en 1982 fundó su primera revista sobre la industria en Estados Unidos, la cual vendió y aún se publica hoy en día. Es el primer periodista hispano del automovil en los Estados Unidos y el creador del auto del año para el mercado hispano. Produjo auto shows (uno de ellos fue el mas grande del mundo de autos exoticos) y eventos de gran magnitud en el mundo del automóvil. Hoy viaja por todo el mundo probando distintos modelos de automoviles y visitando auto show, mientras escribe a diario haciendo reviews de nuevos vehiculos y noticias del medio.
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La importancia de calibrar bien los sistemas de seguridad ADAS

Los sistemas ADAS suponen uno de los mayores avances de la historia en materia de seguridad. Alertan de situaciones de peligro y si el conductor no reacciona, pueden llegar a tomar el control del vehículo en situaciones de riesgo para evitar un accidente o minimizar sus consecuencias. Además, son la base de los primeros niveles de conducción autónoma L3, que ya incorporan algunos modelos. En este nivel, el coche puede conducir solo y el conductor puede apartar las manos del volante y la vista de la carretera en situaciones definidas. Por este motivo es de vital importancia que los sistemas ADAS funcionen sin fallos y a lo largo de toda la vida útil del vehículo, porque el conductor confía en ellos y espera su alerta y posible intervención en situaciones de riesgo. Y cuanto más avance la conducción autónoma y más coches equipen sistemas con niveles L3 y L4, más relevancia cobrará el correcto mantenimiento de estos sistemas para que sigan funcionando de forma segura con el paso de los años. La asistencia de los sistemas ADAS depende de una calibración precisa Los sistemas ADAS necesitan de “ojos” que vean lo que sucede alrededor del coche y recojan esa información para hacer un reconocimiento fiable del entorno y que los sistemas de seguridad puedan actuar en consecuencia. Esos “ojos” son cámaras y sensores,  la mayoría de los cuales están instalados en el parabrisas. Cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo. Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar que funcionan con la máxima precisión y proporcionan la información correcta a los sistemas de seguridad. Esta recalibración, que puede ser estática (realizada en el taller), dinámica (con una prueba en carretera) o una combinación de ambas, ha de ser realizada por profesionales con la formación, experiencia, metodología, instalaciones y tecnología adecuadas. “Asegurar procesos transparentes de calibración para que los sistemas ADAS mantengan su eficacia con el paso del tiempo” fue una de las propuestas clave que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) realizó al Parlamento Europeo con el objetivo de maximizar los beneficios de estos sistemas antes de su incorporación obligatoria en los vehículos. Y es que la causa más común por la que los sistemas ADAS pueden sufrir fallos de funcionamiento es porque sus cámaras y sensores no hayan sido recalibrados, o esa operación se haya hecho de un modo incorrecto. Un informe de S&P Global Mobility asegura que “saber reparar y recalibrar la tecnología de los sistemas ADAS, especialmente a medida que envejece en vehículo, se está convirtiendo en una prioridad. Para los talleres, seguir los procedimientos de reparación indicados y garantizar que la calibración se realice en un entorno seguro y eficaz es clave para garantizar que los vehículos salgan del taller con el rendimiento especificado de fábrica, garantizando la seguridad del conductor y los ocupantes”. Para Iain Molloy, Director General de A1 ADAS Group, “los sistemas ADAS pueden ser lo único que impide que un conductor sufra un accidente grave. Visto así, la calibración no es una tarea técnica, sino que potencialmente puede salvar vidas. Así que, cuando se trata de recalibrar sistemas ADAS, "suficientemente bueno" simplemente no es suficiente. Los técnicos tienen que estar muy bien formados, capacitarse y comprender la complejidad de los ADAS. Y tienen que trabajar en centros equipados y cualificados para realizar calibraciones precisas" En otro completo informe técnico, Ascential Technologies, asegura que “la asistencia que brindan los sistemas ADAS depende completamente de una calibración precisa. Incluso una pequeña descalibración puede convertir una función que podría salvar vidas en un elemento inservible; o, peor aún, en una fuente de desinformación. Tanto para conductores como para talleres, la conclusión es clara: calibrar a la perfección los ADAS no es opcional, es un paso fundamental para mantener la seguridad del vehículo”. Los terribles efectos de una recalibración mal hecha El Grupo Belron de Carglass en España, ha realizado pruebas en el Reino Unido con el prestigioso Instituto de Investigación TRL para valorar los efectos de una mala recalibración. Se diseñó un protocolo de pruebas similares a las de las pruebas estáticas y dinámicas del Euro NCAP para el sistema AEB. En ellas, el coche probado se lanzó a 50 km/h contra un obstáculo estático (con forma de coche y de moto), con una superposición del 100%, -50% y +50%; contra un objeto que simulaba ser un peatón, estático y en movimiento (cruzando una calle); y contra otro que simulaba un ciclista cruzando una vía. Los resultados de las pruebas con automóviles de última generación son concluyentes: los coches con los sistemas ADAS mal recalibrados provocan colisiones y atropellos, pues el sistema no puede calcular bien las distancias ni el tiempo y potencia de frenado. Un informe de S&P revela que una desviación de solo 1 grado en la posición de la cámara en el parabrisas podría suponer una desviación de 1,7 metros a 100 metros de la carretera, lo que provocaría una desviación significativa de la trayectoria del objetivo y podría impedir que el vehículo detecte y alerte al conductor sobre los peligros que se aproximan.   Fuente: Carglass